El precandidato a gobernador del radicalismo, que en las PASO del domingo buscará convertirse en el postulante oficial, juega sus cartas. Con el objetivo de terminar con 15 años de gobiernos peronistas, promete transparentar el control de la obra pública.

Es año impar y las elecciones se multiplican en todo el país. Chaco no es la excepción y el domingo definirá a sus candidatos a gobernadores, legisladores provinciales e intendentes en las PASO.

Por el radicalismo chaqueño, el precandidato dentro de Juntos por el Cambio es Juan Carlos Polini, quien enfrentará a Leandro Zdero en la búsqueda de ser el postulante oficial del espacio.

En diálogo con Espacio Radical, hizo referencia a sus principales propuestas y al estado actual de la provincia, además de repasar su militancia partidaria.

¿Cuándo comenzó a militar en el radicalismo?

Comencé con el retorno a la democracia, en 1983. Tenía 15 años y mi primer acercamiento a la política fue durante la secundaria.

Años más tarde, me fui a estudiar a Córdoba y luego volví a mi ciudad, donde creé una cadena de farmacias regional de la cual me siento muy orgulloso. Hoy sigo cumpliendo otros de mis sueños, como productor y empresario agropecuario.

¿No le parecía suficiente su rol en la actividad privada?

Aprendí de mis padres que lo que uno desea se consigue con esfuerzo, sacrificio y trabajo.

Pero también creo que debemos involucrarnos en la política, una herramienta formidable para servir al otro y mejorarle la vida a la gente.

En 2015, tuve el honor de ser elegido y reelegido intendente de Coronel Du Graty. Desde 2021 soy diputado nacional por la provincia.

¿Cuáles son sus principales propuestas pensando en la gobernación?

En la provincia es necesaria una enorme reforma administrativa y un exhaustivo control de la ejecución de la obra pública. Hay mucha obra pública, pero la falta de control es una problemática muy grande.

Fundamentalmente, apunto a realizar una horizontalidad de toda la gestión. Es necesario que la provincia y cada una de sus áreas, puntualmente, tengan la posibilidad generar mayor transparencia en todos los actos de gobierno.

En ese sentido, me comprometo a trabajar para lograr una verdadera paz social, donde todos los chaqueños nos sintamos representados por la política y podamos trabajar juntos para resolver los problemas de la gente. Sé que no es fácil, pero creo en el camino del diálogo y la búsqueda de acuerdos. Considera que hay que gobernar para todos y no solo para los que lo votan a uno.

¿Cómo ve el estado actual de la provincia?

Veo con dolor cómo nuestra provincia ha retrocedido en todos los aspectos: hay más pobreza, más desempleo, más grieta, más corrupción. Al mismo tiempo, se observa menos educación, menos salud y menos seguridad. Crecen los planes y disminuye el empleo. La situación no da para más. La gente no aguanta más. Llegó la hora de cambiar.

La desorganización que ha generado (el gobernador Jorge) Capitanich en este tiempo ha posibilitado que los indicadores sean absolutamente malos. Esto ocurre en todas las áreas: salud, educación, seguridad y hasta en las propias empresas del Estado, que se ven absolutamente desfinanciadas y desbordadas en cantidad de empleados.

¿Cuál es la solución para ese diagnóstico?

Definitivamente hay que cambiar, y para creer en ese cambio es fundamental que haya gente nueva y terminar con estos 15 años de un gobierno que ya ha dado todo lo que tenía para dar y no pudo con los problemas reales de los chaqueños.

¿Cómo ve a la UCR en el marco de las elecciones nacionales?

Veo muy bien al radicalismo, entiendo que hoy tiene un nivel de exposición y de fortaleza muy importante en las diferentes provincias con tres gobernadores (Gerardo Morales, Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez) que nos dignifican y nos representan. Si somos inteligentes, esto nos tiene que hacer formar parte de la próxima fórmula de gobierno, encabezando la presidencial.

El poder de eventualidad hay que revalidarlo, pero no se puede negar que hubo un crecimiento y un fortalecimiento del partido a nivel nacional en los últimos años.