Es un proyecto de la senadora nacional Silvia Giacoppo. “Hay que debatir en Congreso el reemplazo del 40% de las unidades diésel del transporte público automotor de pasajeros por unidades eléctricas enchufables para el 31 de diciembre de 2030”, afirmó.

Eliminación de las emisiones atmosféricas locales, reducción del ruido, menor consumo energético, menores emisiones de dióxido de carbono y utilización de las energías renovables son solo algunos de los beneficios del transporte eléctrico.

¿Pero cómo hacer para ponerlo en práctica? La senadora nacional por Jujuy, Silvia Giacoppo, impulsa un proyecto que establece un marco regulatorio para la promoción del transporte eléctrico.

“La electrificación del transporte público automotor debe constituir la meta prioritaria para la promoción de la movilidad eléctrica y de la infraestructura de carga en Argentina”, señaló Giacoppo.

La iniciativa busca incentivar el uso y el desarrollo de la industria y los servicios nacionales relacionados. Además, recoge los lineamientos de la Ley Modelo sobre Movilidad Eléctrica desarrollada por el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), el más representativo de la región.

Según datos de Naciones Unidas, América Latina y el Caribe tiene el mayor uso de colectivos per cápita del mundo. La vertiginosa urbanización de este territorio genera una oportunidad para hacer de los buses eléctricos una prioridad en los planes de descarbonización, estrategias de movilidad y otros elementos normativos que potencian y aceleran la transición hacia modelos más sostenibles, tanto del sector energético como del transporte.

“La ciudadanía tiene un creciente interés por tecnologías y sistemas que permitirán en un futuro cercano la transición a ciudades más eficientes, bajas en emisiones, con mejor calidad del aire”, explicó.

Veintisiete de los 33 países de América Latina y el Caribe priorizaron el sector transporte como un elemento central para alcanzar sus metas en reducción de emisiones.

Solo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) circulan alrededor de 18.000 colectivos urbanos, casi la mitad de los que están en servicio en la Argentina.

“Nuestras ciudades poseen flotas de transporte público con más antigüedad de la deseada y con motores diésel, que provocan una mayor contaminación, altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, problemas respiratorios, ruido en las ciudades y un pobre servicio al ciudadano”, afirmó la jujeña.

“Es de suma urgencia debatir en el Congreso el reemplazo del 40% de las unidades diésel del transporte público automotor de pasajeros por unidades eléctricas enchufables para el 31 de diciembre de 2030 y del 100% para 2040”, apuntó.

Esta iniciativa es complementada por el proyecto de Ley 563/22, que busca declarar de interés público el transporte eléctrico público y privado, así como los servicios y las cadenas de valor asociadas.

En los últimos años, las ciudades que se destacan por su mayor avance en materia de electrificación del transporte público son Santiago (Chile), Bogotá (Colombia) y Ciudad de México.

No tenemos tiempo para perder, puedo decirles que mi provincia (Jujuy) da permanente muestra de los beneficios de su búsqueda activa de inversiones que nos ubiquen en cadenas de valor internacionales como las energías renovables y la minería del litio”, dijo.