Valdés quiere presidir la UCR de Corrientes, pero no hay acuerdo sobre el proceso electoral
El Gobernador busca quedar al frente del Comité Central de la provincia, pero la situación está judicializada. Hay voces que advierten que esto podría desembocar en una intervención, como ya ocurrió en 2007.
La UCR de Corrientes no tiene respiro. Las internas (no solo las que definen autoridades) la acompañan desde hace tiempo. Ahora, se instaló una nueva disputa entre el gobernador Gustavo Valdés y Ricardo Colombi.
La máxima autoridad provincial oficializó su candidatura a presidir el Comité Central de Corrientes. "Somos uno de los partidos más democráticos de Argentina, y estamos muy consolidados; hay democracia interna, lo cual tiene que ver con la vida de un partido político centenario", planteó.
Sin embargo, puertas adentro no todo es conformidad. Sectores que están alejados de la disputa indican “la Convención se reunió el 29 de abril, hizo desaparecer el Comité y convocó a elecciones internas, cuando ésta es una competencia del Comité”.
Desde el sector de Valdés dan por hecho que los comicios se llevarán a cabo el 28 de octubre, luego de que la Justicia dictara una medida cautelar en ese sentido. Desde la oposición, en tanto, creen que la apelación presentada será oída y que habrá marcha atrás, por lo que recién se votaría el año próximo.
“Otro de los vicios de la convocatoria es que designaron a los cinco miembros de la Junta Electoral, todos de la Convención, cuando deben repartirse con el Comité”, protestan algunos.
“La interna del radicalismo de Corrientes causó mucho daño hasta que nos juntamos en 1997 y en 2001 ganamos el Gobierno de la provincia”, dicen. E inmediatamente apuntan contra Valdés: “No quiere concentración del poder, quiere poder absoluto. Quiere poner a su hermano como candidato a gobernador el año próximo. Si esto sigue así, el partido nacional debe tomar una decisión, que sería intervenir la UCR de Corrientes o hacer algo para normalizar su funcionamiento".
En 2007, el radicalismo correntino ya había sido intervenido bajo el argumento de que la entonces dirigencia promovía la adhesión a la concertación plural convocada por el kirchnerismo. Diecisiete años después, advierten que la situación podría repetirse.